La influenza estacional, comúnmente conocida como gripe, es una enfermedad respiratoria contagiosa causada por varios virus de la influenza. Se manifiesta en oleadas estacionales y puede afectar a personas de todas las edades. Esta enfermedad puede variar desde casos leves hasta complicaciones graves que pueden resultar en hospitalización e incluso la muerte, especialmente en grupos de riesgo como adultos mayores, niños pequeños y personas con sistemas inmunitarios debilitados.
¿Cómo se transmite la influenza estacional?
La influenza estacional se propaga principalmente a través de las gotas respiratorias que se liberan cuando una persona infectada tose, estornuda o habla. También es posible contagiarse al tocar superficies contaminadas con el virus y luego tocarse la boca, la nariz o los ojos.
Síntomas de la influenza estacional
Los síntomas de la gripe estacional suelen aparecer de repente y pueden variar en intensidad.
Algunos de los síntomas más comunes incluyen:
1. Fiebre: A menudo alta y repentina, aunque no todas las personas con gripe tienen fiebre.
2. Dolor de garganta: Irritación o dolor en la garganta.
3. Tos: Puede ser seca o con flema.
4. Congestión nasal: Obstrucción nasal y secreción nasal.
5. Dolores musculares y corporales: Sensación de cansancio y dolores en el cuerpo.
6. Fatiga: Sensación de debilidad y agotamiento.
7. Dolor de cabeza: Malestar general y dolor de cabeza intenso.
Los síntomas pueden variar en su presentación y gravedad según la persona infectada.
En algunos casos, la gripe puede provocar complicaciones adicionales, como neumonía, exacerbación de condiciones médicas preexistentes o infecciones bacterianas secundarias.
¿Cómo diferenciar la gripe de un resfriado común?
Si bien la gripe y el resfriado común comparten algunos síntomas, hay diferencias clave que pueden ayudar a distinguir entre ambas enfermedades. La gripe tiende a presentar síntomas más graves y repentinos que el resfriado común. Además, la fiebre suele ser más común y alta en la gripe que en un resfriado.
Prevención y tratamiento
La vacunación anual contra la gripe es una de las mejores maneras de prevenir la influenza estacional y sus complicaciones. Las vacunas contra la gripe se actualizan regularmente para proteger contra las cepas más recientes del virus.
Además de la vacunación, se recomiendan medidas preventivas como lavarse las manos con frecuencia, cubrirse la boca al toser o estornudar, evitar el contacto cercano con personas enfermas y mantener hábitos saludables, como una alimentación equilibrada y descanso adecuado.
El tratamiento de la gripe estacional generalmente se centra en aliviar los síntomas. Los medicamentos antivirales pueden ser recetados por un médico para reducir la gravedad de la enfermedad y acortar su duración, especialmente si se toman dentro de las primeras 48 horas después de la aparición de los síntomas.
La influenza estacional es una enfermedad respiratoria contagiosa que puede causar molestias leves o complicaciones graves.
IMPORTANTE: En caso de experimentar síntomas de gripe o tener preocupaciones sobre esta enfermedad, es recomendable consultar a un médico para obtener orientación y tratamiento adecuado.
---
Este artículo proporciona información general sobre la influenza estacional y sus síntomas. Para obtener orientación médica específica, es recomendable consultar a un profesional de la salud.
Comments