Las alergias respiratorias son una reacción del sistema inmunológico a ciertas sustancias que se encuentran en el aire. Estas sustancias, conocidas como alérgenos, pueden incluir polen, ácaros del polvo, moho, pelos de animales y productos químicos, entre otros. Cuando una persona alérgica entra en contacto con un alérgeno, el cuerpo libera histamina y otros químicos que causan los síntomas de la alergia.
Los síntomas de alergias respiratorias pueden variar de persona a persona y también pueden depender del tipo de alérgeno al que esté expuesta la persona. Sin embargo, algunos de los síntomas más comunes de las alergias respiratorias incluyen:
Congestión nasal: La congestión nasal es uno de los síntomas más comunes de las alergias respiratorias. Cuando el cuerpo detecta un alérgeno en el aire, las membranas nasales se inflaman y se produce una acumulación de moco, a ves claro y fluido. Esto puede hacer que la persona se sienta congestionada y con dificultad para respirar.
Estornudos: Los estornudos son otro síntoma común de las alergias respiratorias. Cuando el cuerpo detecta un alérgeno, se produce una reacción en las membranas nasales produciendo el reflejo del estornudo, en ocasiones pueden darse un estornudo tras otro.
Picor en la garganta: El picor en la garganta es otro síntoma común de las alergias respiratorias. Cuando el cuerpo detecta un alérgeno en el aire, puede causar irritación en la garganta, lo que hace que la persona sienta la necesidad de rascarse o toser.
Tos: La tos es otro síntoma común de las alergias respiratorias. Cuando el cuerpo detecta un alérgeno en el aire, puede causar irritación en las vías respiratorias, provocando comezón o una sensación raposa en la garganta que provoca la tos.
Dificultad para respirar: La dificultad para respirar es un síntoma más grave de las alergias respiratorias. Cuando el cuerpo detecta un alérgeno en el aire, puede causar una inflamación en las vías respiratorias que hace que la persona tenga dificultad para respirar.
Ojos llorosos: Cuando el cuerpo detecta un alérgeno en el aire, puede causar una reacción en los ojos que hace que se generan lágrimas para menguar la sensación.
Fatiga: Cuando el cuerpo está en modo de alerta por la presencia de un alérgeno en el aire, puede hacer que la persona se sienta cansada o fatigada.
Es importante destacar que estos síntomas pueden ser leves o graves dependiendo de la persona y la gravedad de la alergia. Si los síntomas son graves o si la persona experimenta dificultad para respirar, es importante buscar atención médica de inmediato.
En resumen, las alergias respiratorias pueden ser una condición molesta e incómoda para quienes las padecen. Los síntomas pueden ser leves o graves, y pueden variar de persona a persona y de alérgeno a alérgeno. Si se sospecha que se padece una alergia respiratoria, es importante hablar con un médico para obtener un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento adecuado.
Tratamientos
El tratamiento para las alergias respiratorias puede incluir medicamentos, como antihistamínicos, descongestionantes, esteroides nasales y broncodilatadores, así como inmunoterapia, también conocida como "vacunas contra la alergia". La inmunoterapia implica inyectar pequeñas cantidades de un alérgeno en el cuerpo de la persona para ayudar a construir una tolerancia a largo plazo al alérgeno.
Además del tratamiento médico, existen ciertas medidas preventivas que las personas alérgicas pueden tomar para minimizar la exposición a los alérgenos. Estas medidas incluyen:
Mantener las ventanas cerradas durante la temporada de polen
Usar un purificador de aire en casa
Lavar la ropa de cama y las cortinas regularmente en agua caliente para eliminar los ácaros del polvo
Limpiar la casa regularmente y mantenerla libre de polvo y moho
Evitar fumar y estar cerca de fumadores
Evitar estar cerca de mascotas que puedan causar alergias
IMPORTANTE: Acude a un médico si presentas síntomas de alergia respiratoria.
Es importante buscar atención médica si se sospecha que se padece una alergia respiratoria, y tomar medidas preventivas para minimizar la exposición a los alérgenos.
Con el tratamiento médico adecuado y las medidas preventivas, las personas alérgicas pueden llevar una vida normal y saludable.
